Hablando sobre Pericia Caligráfica: Definiciones de la grafía según sus elementos I 3Muestra de escritura descendente al final

“Hablando sobre Pericia Caligráfica” es la serie de artículos firmados por María del Carmen Calderón Berrocal que en esta ocasión define los elementos de la escritura

Según los elementos constitutivos o formales podemos encontrarnos una tipología diversa en cuanto a escritura se refiere. Se llama “escritura abierta” a la grafía en la que predominan los óvalos abiertos, haciéndose visible esta característica en letras como la o, a, g, d; mientras que si nos encontramos ante una escritura en la que los trazos de las letras cortas cruzan por debajo la caja del renglón diremos que se trata de una escritura “a brincos”. Sin embargo, si la escritura presenta en su base inferior forma de cuenco, según enseña Félix del Val Latierro, se denomina escritura “cerrada”. Cuando la base inferior presenta curvatura hacia arriba o forma de cuenco invertido, se tratará de una escritura “cóncava”.

Los grafemas que tienen finales acerados llevan a que la grafía se denomine como “acerada”, muestras de esta escritura la tenemos en músicos como Mozart y Beethoven.

Hablando de Pericia Caligráfica: Definiciones de la grafía según sus elementos I
Texto de Mozart, muestra de escritura acerada
Hablando de pericia caligráfica: Definiciones de la grafía según sus elementos I 2a
Texto de Beethoven, muestra de escritura acerada

 

Cuando se trata de una escritura horizontal que presenta los extremos inferiores de los trazos de las letras como tangentes a la base inferior de la caja de renglón, lo que estamos viendo es una escritura “adherente a la línea”; mientras que los arpones en gestos iniciales o ginales de los grafemas definen a la grafía como “arponada”.

Si la base inferior de las letras es escalonadas, estaremos ante una grafía “imbricada”, pero si la grafía aparece como adherente a la línea, la llamaremos “llana”.

Si el cuerpo de escritura es abundante en rasgos supletorios estaremos ante una escritura “rizada”, mientras que si se trata de trazos sobrios, sencillos y sin ornamentación será una escritura “sobria”. Pero si la simplificación llega a ser excesiva en los grafemas, siendo algunos de ellos hasta irreconocibles, se dirá que estamos ante una escritura “somera”.

Cuando en la base de la caja de renglón los grafemas presenten una base ondulante amplia entre las palabras se llamará en “serpentina”, siendo “tortuosa” cuando la base inferior sea ondulada.

Si pasamos a los elementos estructurales de la grafía hemos de estudiar su angulosidad, dimensión, dirección, enlaces, inclinación, presión, velocidad, proporcionalida, orden, continuidad.

Así, si nos fijamos en sus características de angulosidad podremos ver que si el predominio es del ángulo sobre la curva, será “angulosa”, o “arqueada”, si son superiores las curvas; si predominan las curvas inferiores se denomina “festoneada” o “aspilleraza”; o “enguirnaldada”, cuando presenta curvas superiores e inferiores; y “redondeada”, cuando predomina la curva sobre el ángulo.

Hablando sobre Pericia Caligráfica: Definiciones de la grafía según sus elementos I 3
Muestra de escritura descendente al final

Teniendo en cuenta la dimensión, si estudiamos una grafía y vemos un aumento de tamaño al final diremos que es “creciente”, pero si el tamaño va disminuyendo hacia el final será “decreciente”; si las líneas que marcan su caja de renglón no superan los 2´5 mm estaremos ante una escritura “pequeña” y “grande” cuando supere los 3mm; pero si el tamaño disminuye de forma ondulante entre las líneas diremos que la grafía es “filiforme”.

Siguiendo la dirección de la caja de renglón veremos que puede ser “ascendente” o “descendente”, si se dirige en uno u otro sentido; pudiendo ser tanto “ascendente al final” como “descendente al final”, pudiendo presentarse la grafía perfectamente “horizontal”, como si obedeciera a pautado.

Si los grafemas presentan enlaces la escritura será “agrupada”, si presenta enlaces originales será “combinada”, si entre las partes de una misma letra, si en su rasgueo, se producen separaciones o cortes, la escritura se denominará “desarticulada”o “fragmentada”; mientras que si presenta enlaces regulares será “ligada” o “silábica” si presentas enlaces por sílabas. Cuando las letras aparezcan sueltas se llamará escritura “suelta”, pero si las letras no aparecen ni sueltas ni ligadas, sino yuxtapuestas, la escritura tomará el nombre de esta posición denominándose así “yuxtapuesta”.

Cuando los trazos presenten una inclinación variable la escritura se denominará “divergente”. Siempre que no presente una inclinación que sea inferior a los 30 grados la escritura será “erguida”, pero si presenta inclinación entre los 30 y los 60 grados puede llamarse ya “inclinada”. La grafía lo mismo puede inclinarse hacia la izquierda que hacia la derecha, independientemente de la mano con la que se escriba, teniendo esto en cuenta será “inversa” o “izquierda” o “siniestra” si su inclinación se dirige hacia la izquierda; y “diestra” en el caso opuesto al anterior; siendo “oscilante” o “divergente” si se inclina indistintamente hacia uno u otro sentido. Cuando la grafía aparece excesivamente inclinada la escritura se denomina “tumbada” o “muy inclinada” sin más, dándose esta circunstancia siempre que la verticalidad de la escritura no sea superior a 30 grados, sería lo opuesto a “vertical”, cuya inclinación no supera nunca los 30 grados como se dijo más arriba.

La presión que un sujeto ejerce con el útil escriptorio sobre el soporte da una tipología muy variada. Cuando la presión alterna entre trazos rectos y curvos se denomina “alterna”, pero si la presión es uniforme y excesiva será “apoyada”; cuando aparezcan rupturas o interrupciones entre trazos o rasgos la escritura será “brisada”, “espasmódica” o “fusiforme”; mientras que si la presión la ejerce el autor sólo sobre los trazos curvos se configurará como escritura “floja”. Cuando falta presión se denomina la grafía “lábil” o “ligera”; y cuando existe excesiva presión en parte de un trazo la denominación será “flusiforme”. En ocasiones se dará un exceso de presión inicial o un exceso de presión final en trazos o tildes, estaremos entonces ante una escritura “masiva”; o “pastosa” si la presión viene a dibujar trazos y rasgos gruesos; y cuando la presión sea desplazada generalmente en sentido horizontal estaremos ante una grafía o escritura “removida”.

Un cuerpo de escritura no se escribe nunca en un tiempo idéntico, si siquiera por su propio autor, la velocidad en la escritura es un rasgo muy elocuente que nos habla de la personalidad y del momento psicosomático de quien escribe, pero atendiendo solo a su expresión caligráfica, cuando la velocidad se expresa en movimientos breves en tildes y en finales ser “contenida”, si discurre a una velocidad adecuada, suave y uniforme se configurará una escritura “fluida”; por el contrario será una escritura “lanzada” cuando presente tildes y finales prolongadas hacia la derecha.

Cuando una grafía presenta gran exageración de rasgos y movimientos se denomina como “movida”, si se caracteriza por su rapidez, “precipitada”; y por el contrario cuando aparece carente de movimientos y de prisa se considera como “lenta” o “sentada”. La velocidad orienta los movimientos según le faculte al autor mayor libertad de movimientos hacia la derecha o hacia la izquierda, con lo que en cada caso tendremos escritura “progresiva” si es que cuenta con predominio de movimientos dextrógiros o “regresiva” si el predominio de los movimientos es sinistrógiro. Suele asimilarse una escritura “rápida” con una escritura dextrógira y progresiva; mientras que en caso contrario se definiría como “regresiva”. Si el movimiento de la mano marca un ductus no firme se definirá la grafía como “temblona” o “vacilante” si es que presenta rasgos con iniciación izquierda o sinistrógira inseguros.

Definiciones de la grafía según sus elementos II

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Por María del Carmen Calderón Berrocal

Licenciada en Geografía e Historia, Doctorado cursado en Historia Medieval, Ciencias y Técnicas Historiográficas Universidad de Sevilla; Paleografía, Neografía y Diplomátic. Perito Judicial Calígrafo en los tribunales de Sevilla y Huelva, peritaciones de parte y para instituciones como la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Perito Judicial en Prevención de Riesgos Laborales. VII Curso Archiveros Junta Andalucía IAAP-USE. Máster y Especialista Universitario en Dirección de Centros Sociosanitarios de Mayores UPO. Máster Prevención de Riesgos Laborales UNIR. Asociación de archiveros Andaluces y Colegiada 5107 del Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Sevilla y Huelva, siendo miembro fundador de su sección de Pericia Caligráfica.

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