Un artículo de Jorge Belloch Arquitecto Técnico en BD Arquitecnia
En la actualidad según el Ministerio el precio medio actual de la vivienda está en niveles de 2005, la pregunta es: ¿cuál es el salario medio de las nuevas contrataciones laborales, o el salario actual de los agraciados que aún no han perdido su trabajo, o los ingresos medios de los autónomos y profesionales liberales que aún resisten? Como ejemplo podríamos tomar cuanto han caído los ingresos del Estado por impuestos, ya que el déficit actual se debe más a la caída de recaudación que al aumento de gasto, o no?
No sé si conoces alguna promotora o constructora (no dedicada en exclusiva al sector público) que no esté en concurso de acreedores, mejor dicho que subsiste gracias al concurso, con reducción de deuda y aplazamiento de pago, yo no. A los acreedores particulares no los busques, yacen tirados en la cuneta, descansen en paz. Pero los bancos que han quebrado por el ladrillo en España, yo no los conozco, cajas intervenidas sí, pero bancos quebrados no.
También me gustaría saber dónde están esos apetecibles inmuebles (activos tóxicos) tan económicos; por cierto, también me gustaría sabir si alguno de los que se comercializa «tan económicos» tiene ascensor o es realmente atractivo por su precio. Me da la sensación de que los que serían atractivos a precios módicos no están en el mercado. Habrá quién dirá «son empresas privadas, no podemos cuestionar su política de comercialización de inmuebles», excepto si reparamos en el hecho de que la gran mayoría de entidades financieras obtuvieron fondos estatales para superar la situación de impago generalizado de los ciudadanos desalmados que no podemos afrontar las hipotecas.
Quizás sin esos dos pequeños aspectos, fondo de rescate financiero y Ley Concursal, los precios actuales de la vivienda sí responderían a la situación laboral actual, que es la que nos afecta a nosotros, los que pagaremos en el futuro, ya cercano, el fondo de rescate, que permita salvar la situación económica y financiera, y, está por ver, si a largo plazo también la laboral. Lo que sí puedo afirmar es que todo saldrá de nuestros bolsillos. Eso sí es seguro, verdad verdadera.
Entonces quizás, sólo entonces tal vez, llegue nuestro momento, pueda llegar la tan ansiada por nosotros recuperación laboral, y al fin nuestro sueño se haga realidad: volver a trabajar. Ánimo.