Jaime Jiménez Marchante firma este artículo, realizado con la colaboración de profesores de Primaria y Secundaria, asistentes al curso que imparte por medio de la Consejeria de Educación de la Junta de Andalucía (CEP de Algeciras-La Linea), sobre Signos de Alerta en la Letra del Docente
Hoy vamos a analizar cuales son los rasgos escriturales comunes de los deportistas de élite entendiendo como tales a los que participan en cualquier especialidad deportiva alcanzando las más altas cotas de éxito.
En el deporte de elite el hombre no acepta la incertidumbre del destino humano, incluso ante hechos como el récord deportivo o la plusmarca, y parte del supuesto de que todo puede controlarse y superarse. Representa también el espectáculo, la perfección, el riesgo, el dominio motriz, la imagen en que quisiera verse reflejados o que toman como referencia. Otros valores del deportista de alto nivel serán, por supuesto la constancia, la entrega, el espíritu de sacrificio, la capacidad de superar obstáculos e imponerse ante la adversidad, etc.
Importante distinguir entre deportistas de élite o alto nivel, entre los jugadores de equipo y el deportista individual. El primero, el de equipo (fútbol, baloncesto, balonmano, ciclismo, etc.), debe ser también altruista pues en ocasiones trabaja en beneficio de la gloria de otro. El individual (corredor, motociclista, tirador, lanzador de peso, etc.) compite para sí y contra unas marcas.
Veamos cómo se reflejará todo lo anotado en rasgos comunes en sus escrituras:
- Personas de ideas claras, mentalmente ordenadas, con márgenes ordenados, letra más bien legible y líneas lo suficientemente distanciadas para que los pies de una línea no toquen las crestas de la siguiente.
- El tamaño tenderá a ser normal-grande (más grande la letra de la firma) pues debe tener una buena autoestima. Los deportistas individuales de ciertas disciplinas como ajedrez, tiro de cualquier especialidad, etc, pueden presentar una letra de menor tamaño que el resto pues la letra pequeña favorece la concentración y para ellos es imprescindible.
- La forma no es demasiado importante, pues aunque la letra angulosa es indicativo de actividad, la curva indica adaptación (al conjunto en este caso). Semiangulosa sería el equilibrio entre ambas.
- Una letra simplificada, con ausencia de adornos (distinto será la firma) es propia de alguien que “va al grano”, con decisión y hacia lo importante. Excepción será algunos líderes más visibles de equipos conscientes de su repercusión mediática y publicitaria, es posible que adornen de alguna manera su letra como signo de diferenciación con el resto de jugadores.
- La dirección de las líneas (y la firma) debe ser ascendente, cóncavas o con final ascendente pues deben tener reservas de energía para superar derrotas y lesiones.
- La inclinación de las letras en un deportista individual es indiferente, pero uno de equipo debe tenerla inclinada pues favorece la sociabilidad y la integración en el grupo.
- En cuanto a la velocidad, debe ser una escritura entre fluida y rápida (agilidad mental para ver inmediatamente las posibilidades de un pase, un remate, etc), aunque no tan veloz como para tomar decisiones precipitadas.
- El final de letra-palabra debe ser contenido pues deben ejercer un control de los impulsos (con algunas excepciones que todos tenemos en mente).
- Dependiendo de qué actividad deportiva se trate, los puntos de las “ies” y las barras de las “t” deben estar colocados con precisión (tiradores de arco, pistola o carabina, ajedrecistas, etc) o ligeramente adelantados (jugadores de equipo) en la misma línea de la escritura ágil antes mencionada. También encontraremos puntos de tinta por indicativos de reflexión al principio o al final de un texto más frecuentes en deportistas individuales.
- Buena presión general reflejo de una energía mental y física bien canalizada.
- En una escritura progresiva con movimientos que van hacia la derecha, no será difícil encontrar retoques de tipo obsesivo, pues en el intento de llegar a la perfección puede obsesionarse.
- Por último, es frecuente como síntoma de orgullo y ambición, encontrar una firma ascendente o muy ascendente y rasgos ampulosos.
Mi agradecimiento por su colaboración en el presente artículo a los profesores asistentes al Curso de Grafología para Personal Docente celebrado en Tarifa (Cádiz) en 2015.