Segundo artículo de la serie Hablando sobre Pericia Caligráfica de María del Carmen Calderón Berrocal, Perito Judicial Calígrafo en los tribunales de Sevilla y Huelva
La grafocrítica es la crítica del grafismo desde el punto de vista de su autenticidad, se trata de determinar la veracidad o dolo que hay en un determinado escrito
El concepto Grafocrítica viene a emplearse cuando se estudian documentos posteriores al siglo XVI y cuando estos estudios se basan en el estudio de los aspectos psicofísicos del escrito o de las firmas.
Cuando los estudios se basan en fundamentos históricos de formas y tipos documentales de textos anteriores al XVII estaríamos hablando de Diplomática Histórica o de Paleografía crítica. Mientras que la Diplomática va al documento, la Paleografía va a la escritura.
La Grafocrítica se consolida allá por el siglo XIX, cuando el hecho de escribir se generaliza y se hace extensivo al común de los mortales humanos, con posterioridad a la popularización de la lectura. Todo ello supone un acercamiento de la escritura al hombre y una difusión de esta práctica, con lo cual también se extiende la posibilidad de fraude o dolo en el tema escriptorio. Aparece así un delito nuevo: la falsificación documental.
La falsificación documental puede incidir en el documento, en la grafía, ya sea esta manual o mecánica; y afecta tanto al contenido como al continente, es decir, afecta tanto a la manipulación diplomática del documento como a la manipulación dolosa de la escritura, tanto en el cuerpo de escritura como en la firma o rúbrica.
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