La sociedad de tasación Arquitasa y uno de sus tasadores podrían incurrir en una responsabilidad de más de 22 millones de euros por fraude. El inmueble objeto de la tasación está situado en la calle Colón, en Valencia, y actualmente es la sede de Apple en esta capital.
El tasador de Arquitasa valoró el inmueble en más de 36 millones de euros, a pesar de no acceder a su interior, ni comprobar su estado. Por su parte el API valoró el inmueble en 32 millones. El edificio con posterioridad fue adquirido por una sociedad por 18 millones, justo la mitad del importe de la valoración de Arquitasa.
El heredero del edificio tuvo que pagar 15 millones de euros para compensar a los coherederos, como resultado del juicio de compensación en el que actuaron como peritos un técnico de Arquitasa y un agente de la propiedad inmobiliaria, presuntamente relacionados con los coherederos beneficiarios.